1. Si viajas en coche
Puedes transportar tus esquís sobre las barras de techo, con el enganche, con la rueda de seguridad trasera de un 4×4, en el maletero de techo o si tienes suficiente espacio, incluso dentro del habitáculo del vehículo.
- Si optas por un portaesquí de techo debes posicionar la punta de los esquís apuntando hacia atrás.
- Si optas por un portaesquis magnético debes retirar con cuidado todos los rastros de nieve, polvo y suciedad en el techo del vehículo y de la placa magnética para así, tener un ajuste perfecto de los esquís y evitar daños en la carrocería del coche.
- Si optas por transportar los esquís en el habitáculo del vehículo, te recomendamos que inviertas en una funda que proteja los asientos de su coche. Asegúrate de secar los esquís antes de guardarlos para evitar cualquier riesgo de oxidación!
Ten en cuenta que a menudo las carreteras se salan en invierno, por lo que siempre después del uso de los esquís deberás limpiarlos con agua y jabón y almacenarlos en su envase original para evitar la oxidación de la pintura.
2. Si viajas en tren o en bus
Para proteger tus esquís de golpes en el viaje, opta por comprar una funda portaesquís acolchada. Hay versiones con ruedas, práctico para los viajes a pie.
Para evitar llevar múltiples bolsas, puedes elegir una bolsa de tamaño más grande donde puedas acomodar tu ropa y accesorios de esquí.
3. Si viajas en avión
Asegúrate de que tu bolsa o funda de esquís no sobrepasa las dimensiones de tu compañía aérea. Deberás pagar un suplemento si tu bolsa sobrepasa las medidas estipuladas.
La mayoría de las aerolíneas de bajo coste cobran extra por el transporte de material de esquí.
La página web de Skyscanner publicó en noviembre 2014 una comparativa de tarifas aplicadas en las principales compañías aéreas:
